Joseph Priestley este buen hombre nació en Inglaterra en 1732 y murió exiliado en los Estados Unidos en 1804. Como decía, fue el primero en aislar el oxígeno lo cual le llevó a inventar, por casualidad, el agua carbonatada. Él no le dio importancia, pero sí un tal Schwepps, si si el de la tónica, que se hizo rico con su comercialización. Este es uno de los rasgos de Priestley: su generosidad a la hora de no guardarse ninguno de sus descubrimientos e investigaciones, algo que era normal en el siglo XVIII .

Priestley
Priestley

Priestley fue amigo íntimo de Benjamin Franklin (fue un político, científico e inventor  estadounidense. Considerado uno de los Padres Fundadores de los Estados Unidos), con quien compartió tanto sus investigaciones en el novedoso campo de la electricidad,  como sus razonamientos filosóficos que en aquellos años llegaron a ser influyentes en la  sociedad inglesa. Con el paso de los años estos postulados fueron radicalizándose,  provocando la huida de Priestley a los Estados Unidos después de que otros fanáticos quemasen su casa.

Toda esta rica peripecia nos la cuenta Steven Johnson en el libro La Invención del Aire, publicado por la editorial Turner, muy bien documentado y ameno de leer. Leemos en la introducción que los presidentes Adams y Jefferson intercambiaron ciento sesenta y cinco cartas. En ellas aparece nombrado Priestley cincuenta y dos veces, Franklin cinco y Washington tres; esto nos da una primera idea de la importancia de este personaje en aquellos años.

Volviendo a nuestro titulo hoy en día el proceso llamado carbonatación, se mezclan gas (bióxido de carbono) y agua a altas presiones y bajas temperaturas, condiciones que permiten diluir una mayor cantidad de gas. Una prueba palpable de que el agua es capaz de contener mayor cantidad de gas a bajas temperaturas consiste en comparar lo que ocurre al abrir una botella de un refresco carbonatado caliente y otro fría. Probarlo…. probarlo y me lo contais.

Bueno hasta aquí mi disertación, espero que os haya resultado entretenida y diferente. Y os espero en mi Cafetería Mayri y hablamos de burbujas, vinos o de lo que quierais.

 

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